Mitos del alcohol y las bebidas alcohólicas



Hoy te presento algunos mitos populares y leyendas urbanas sobre el alcohol y la bebida

MITO 1#: Mezclar bebidas alcohólicas emborracha más. Se dice que mezclar licores blancos y de color empeora la resaca...

REALIDAD: Según estudios no importa lo que mezclemos sino la cantidad de alcohol en la sangre. En teoría lo que importa para la borrachera es el porcentaje de alcohol que circula por la sangre después de beber alcohol. Independientemente de el sabor, color, olor o mezcla que haya, que mezcles vodka, ron y ginebra, el alcohol es alcohol. Pero  este mito tiene un punto de verdad: en la practica mezclar activa mas rapidamente el alcohol en sangre, pero no porque uno mezcle en si, sino porque se suele beber más rápido, lo que si aumenta el porcentaje de alcohol en sangre, y de hecho empeora la situación.

MITO 2#: El alcohol da nergía y calienta. Es bueno beber alcohol para calentarse.

REALIDAD: El alcohol es un depresante. Aunque al principio y en pequeña cantidad pueda causar euforia, y hacernos sentir más calientes

MITO 3#: El alcohol alimenta

REALIDAD: El alcohol proporciona calorías al cuerpo pero no es nutritivo ni sustituye a los alimentos necesarios para el crecimiento y la conservación de la salud. Son calorías vacías, como combustible solo.

MITO 4#: Emborrachan más el vodka y la ginebra que el ron y el tequila (o viceversa).

REALIDAD: No es así, porque lo verdaderamente importante es la cantidad de alcohol que se ingiere en un periodo de tiempo. El vodka, el tequila, el ron, el whisky, la ginebra, y en general las bebidas destiladas como el brandy y el aguardiente común de caña, contienen aproximadamente la misma cantidad de alcohol, a menudo en torno a un 40%.

MITO 5#: Un café es lo mejor contra la resaca.

REALIDAD: La verdad es que el alcohol se oxida y se elimina del cuerpo a una velocidad uniforme y hasta ahora no sabemos de ninguna sustancia que acelere este proceso. Como la cafeína es un estimulante y el alcohol un depresor, una taza de café fuerte puede ayudar a mantener despierto a un sujeto alcoholizado, pero no a “bajarle la borrachera” como suele decirse. El café sólo convierte al embriagado somnoliente en un borracho bien despierto. Lo mismo ocurre con una ducha fría.